La Selección nos volvió a dejar mal parados, tras el histórico 1-6 ante España. ¿A los hinchas argentinos? No, a los periodistas. Detrás de cada una de las (merecidísimas) críticas para Jorge Sampaoli y sus jugadores, hay espacio en el baúl para las nuestras. No es cuestión de victimizarse sino de entender que un resultado tan exagerado, también termina exacerbando nuestras afirmaciones.
El que gana no siempre tiene la razón pero fueron casi nulos los argumentos que esgrimió Argentina en el partido como para tenerla. “Impensado” después de ganarle a la “poderosa” Italia, “increíble” sabiendo que Messi, Di María y Agüero, no estaban en cancha y está dicho que ninguno le aporta “nada” al equipo e “irreal” si Wilfredo Caballero y algunos de los defensores ya tenían su boleto asegurado para Rusia. Aún así, los apuntados para las declaraciones pos papelón y en medio de un clima duro fueron Maximiliano Meza y Lautaro Martínez, dos debutantes. El 6-1 nos dejó mal parados.